Hace 1933
años el volcán Vesubio hacía violenta erupción sepultando a las ciudades
romanas de Pompeya y Herculano. Sólo en Pompeya, donde se presume una población
de 15.000 habitantes al momento de la erupción, se han encontrado más de 2.000
cuerpos.
Una figura
de diosa, una pequeña jarra, dos lámparas de aceite, un fragmento de cerámica
decorada y un trozo de pavimento: mudos testimonios de una catástrofe. Todos
tienen en común las incrustaciones
calcáreas que dejó la ceniza volcánica que las cubrió.
Piezas de la
Colección romana de nuestro acervo que se exhiben en el hall del Museo como
conmemoración.